Ayer fue la mesa de Blog y nostalgia, más o menos esto es lo que conté.
La invención de los blogs.
Por y para Alejandro Aura.
México D.F., 11nov09
México D.F., 11nov09
Los blogs, en particular el de Alejandro y el mío que son de los que voy a hablar, son como “La invención de Morel”, esa extraña novela de Bioy Casares.
La leí hace algunos años, extraña insisto no encuentro mejor palabra para definirla. No me gustó, me inquietó, no entendí, en fin así sucede a veces. Después, en dos ocasiones se volvió a cruzar en mi camino, en un corto basado en esa historia y en la opinión de Pablo Aura (cineasta), y la lectura inicial se fue transformando.
Lo curioso es que cuando me invitaron a participar en este evento, con la pregunta ¿a dónde van nuestros bits una vez que dejamos este mundo?, comenzó a tomar fuerza la novela y obedecí el impulso de leerla de nuevo.
Un fugitivo, el narrador de la historia, llega a una isla y allá puede vivir y revivir una semana de la vida de un grupo de desconocidos. Descubrimos poco a poco que Morel grabó esas imágenes de sí mismo y de sus amigos, y que su invento reproducirá eternamente esa semana, gracias a la fuerza de las mareas. Y es la mirada del fugitivo la que hace que esos personajes sigan vivos eternamente. Poco a poco también sabemos que esa fue la última semana de vida de Morel, de Faustine y de todos.
Y esta es la analogía entre esa máquina y estos blogs: La isla es Internet; la máquina de Morel es el blog de Alejandro; mi blog crea el efecto de las mareas: encontrar a Alejandro en su blog y en otros lugares; el fugitivo que llega a esa isla es el lector. Su mirada al blog da vida al autor, que vivirá mientras existan lectores.
Ese fugitivo se enamora de Faustine, como puede sucederle a los lectores con los textos de Alejandro, y acaba la novela con esta petición: “Al hombre que, basándose en este informe, invente una máquina capaz de reunir las presencias disgregadas, haré una súplica: Búsquenos a Faustine y a mí, hágame entrar en el cielo de la conciencia de Faustine. Será un acto piadoso.”
Ese es la máquina en Internet que también yo deseo, la que nos haga entrar en el cielo de la conciencia de quien amamos.
Hola Milagros,
ResponderEliminarQuiero agradecerte las palabras que me dedicaste el pasado miércoles y decirte que cuentas con una seguidora fiel desde hace unos días. Un fuerte abrazo desde Murcia.
Precioso texto....
ResponderEliminarGracias Isabel. Para mí fue muy enriquecedor escucharte, tu blog y todas las referencias que citaste. Así como las de Mar Luna y su página.
ResponderEliminarCada experiencia es un mundo y disfruto conociéndolos. E Internet multiplica las posibilidades de comunicación.
Y, gracias Alfredo.