31 julio 2009

Paso de paseo (VIII)



VIII

Y echamos a correr, algún olor imprevisto llenó el aire
o quizás una puerta se abrió, o voló un pájaro negro
cerca de nosotros, o alguien desde un edificio alto
nos escupió en la cara,
o alguien me dijo que eso era la paz, que el amor había llenado esta ciudad
y no había nada que hacer para mover tanta belleza,
y corrimos dos calles, siete calles,
y un altoparlante trataba a toda costa de que oyéramos
su fraternal consejo, su advertencia;
entonces entramos en una armería de la que saqué un fusil
de alto calibre con que comencé a disparar en todas direcciones.
Uno a uno caían los limpios ciudadanos,
apestaban a ocio y a lavanda
y hacían bellas fuentes de sangre;
vi entonces que la vida es buena
y me hice ofrendas en la boca de mi compañera
hasta poco antes de que cayera sobre nosotros la primera gota
que destruyó para siempre nuestra felicidad
y mi cordura.


Escúchalo en voz de Marta Aura:


30 julio 2009

.. en los treintadejulio



Ahora los treintadejulio pasarán por el hilo de la vida que me queda como cuentas de un collar. Inevitablemente, supongo.

2008

El treintadejulio del año pasado así amanecía Madrid desde el Hospital de la Princesa:



Y, por la tarde, volví a poner en su blog el poema de DESPEDIDA con el que lloré cuando me lo leyó un año y medio antes, y que se sigue llenando de comentarios que son flores ... que nunca se marchitarán.



2009


Hoy jueves, treintadejulio iré a saludar al ahuehuete del Retiro.

2004


Y encontré este treintadejulio en un archivo que escribía al llegar al trabajo titulado “PrimerPensamientodelaMañana.doc”:

viernes, 30 de julio de 2004
Hoy todo el trayecto fui yo. Me clavaron una pierna de madera que se está peleando con mi cuerpo, ninguno quiere al otro. La pierna no tiene flexibilidad y tobillo, rodilla y cadera chirrían y transmiten el chirrido a todo el cuerpo en forma de una congoja escrita con mayúscula. La pierna se expande ocupando las oquedades del cuerpo, clavándose como astillas. Propagándose como un eco el dolor, que se expandía por Quevedo, Lope y León. Salta la consciencia del baile, aceptado y recreado, del dolor. Respiro con profundidad y desvío el pensamiento hacia el exterior, los adoquines de la calle, un cara de frente, un taxi deseando un cliente, una brisa de aire fresco. El metro. El calor infernal del metro me mete de nuevo en el baile macabro. Respiro hondo. Respiro los gestos de los otros, sus movimientos, sus amaneceres, y se va diluyendo la angustia.

No recuerdo que fantasmas me atosigaban en esa época, fue un año antes del cáncer, un año antes de todo.



29 julio 2009

.. en una foto en el Zócalo


Hoy que tu imagen insiste en desdibujarse quiero poner esta foto que me regaló Cony Cuevas el siete de marzo .. en Coyoacán.

En el Zócalo, con Arturo, en el siglo pasado.


28 julio 2009

Paso de paseo (VII)



VII

(Luego se levantó un sin fin de escándalos en mi alma;
comenzaron los aires a dolerme como cuando la uña se levanta;
no supe más, tiré patadas, di al traste con la esclavitud,
con toda voluntad de pez, con toda escapatoria; fui el primer rey
de este universo de mierda; ah, yo soy poeta,
tirano embrutecido de mi propio corazón, poeta, sacapuntas
a las lanzas que pongo en la pared para lanzarme a los brazos
de mi desesperada muchedumbre interna
a que recule el mal, a que se aduerma, tontuela, mi epidermis
y a qué carajos más, menos palabras, si viene el momento
en que me siento espiritual como un poeta verdadero,
a qué carajos más, repito, si las banderas que en soledad
se levantaron quedaron desgarradas con el saludo civil
de su confrontación con todo el banderamen de la especie;
a qué más;
es imposible;
he aquí que termina el ciclo de las bellas palabras,
que se apetece un fiesta, que una fiesta violenta y sanguinaria
sea,
borbotones de la bella lírica, jardines de batalla, muerte,
se apetece la muerte florida de estos versos.)


Escúchalo en voz de Marta Aura:


27 julio 2009

.. en la Colonia San Rafael. Infancia (II)



Le pedí a Marta Aura que hiciéramos un recorrido por su barrio de infancia, le pedí lo que ya no le podía pedir a Alejandro. Fue el día 16 de septiembre del año pasado, lo recuerdo claramente porque las calles de la ciudad estaban vacías, era el día de la resaca después de la fiesta nacional, llegamos volando a la Colonia San Rafael.
Estábamos al acecho en los portales para colarnos, y recibimos miradas desconfiadas cuando nos cruzábamos con un vecino, hasta que Marta comenzaba: es que sabe, aquí nací o aquí viví de niña, entonces la mirada recelosa dejaba paso a una mirada simplemente triste.
Tomé estas fotos y Marta fue narrándome la compleja (¿cuál no?) historia familiar.





Con las fotos y con los comentarios de Marta, reconstruí cronológicamente:

1º Gabino Barreda, 3.
Allí nacimos Alejandro y yo, y vivió abuela (mamá Lita) hasta que se murió cuando tenía como 96 años. Y aquí vivió Alejandro hasta los 14 años (para que no se quedara sola) que nos fuimos todos con mi mamá a Velázquez de León.

2º Río Amur, 9.
Aquí vivimos solo un año, fue después de que mi mamá y mi papá se contentaron, pues antes vivíamos con Mamá Lita en Gabino Barreda 3.

Aquí desde esta ventana se sentaba mi mamá a vernos jugar en la calle, recuerdo sus ojos de una tristeza infinita. Aquí fue cuando empecé a desconocer a mi mamá, pues de aquella dulzura de antes, no quedaba nada, era como si la hubieran cambiado por otra. Cuando se embarazó de Emis, se puso muy mal y tuvo que guardar reposo casi todo el embarazo.

3º Gabino Barreda, 35.
… a donde nos vinimos después de que nació Emis, era para estar cerca de mamá Lita, mi mamá se tuvo que quedar un tiempo con ella, porque estaba muy delicada y porque Emis estaba muy chiquita. Aquí vivimos muchos años, aquí terminamos de crecer, y Alejandro se quedó definitivamente con mamá Lita, … , así que iba y venía con su vianda de comida todos los días de una casa para la otra.

4º Velázquez de León, 18.
… a dónde nos fuimos a vivir los cinco hijos con mi mamá, aquí vivimos en dos departamentos primero en el de la azotea y después el departamento 3, este fue el último lugar donde vivimos con mi mamá, de aquí salí yo, después Sergio y finalmente Alejandro y Mariel y nos fuimos a vivir los tres juntos, antes de iniciar cada uno su propia vida.


26 julio 2009

Paso de paseo (VI)



VI

Se puede transcurrir amante y adormido
pero no se anda de dos en dos inútilmente.
Salimos al río entubado
y caminando sobre las aguas del asfalto macizo,
–no quiero estar sino con ella, me dije,
flautín de ángeles, hoja de flor en agua dulce,
amor, jardinería, perfumera;
entonces tomé las palmas de sus manos
y en ellas reventé y deposité los globos de mis ojos.


Escúchalo en voz de Marta Aura:


25 julio 2009

.. en Radio UNAM: Ulises recorre México (I)



Crucé esta semana esta correspondencia con Yuriria Contreras:

Hola Milagros. No nos conocemos, pero yo recibo regularmente tus correos sobre el blog de Alejandro. Te quiero contar que en estos días han estado retransmitiendo en Radio UNAM una radionovela sobre José Vasconcelos que se grabó hace como 25 años. Alejandro llevó ahí uno de los papeles principales (junto con varios actores buenísimos: Claudio Obregón, Silvia Mariscal, Pato Castillo, Pepe González Marquez, María Rojo, etc.) y ha sido muy grato volver a escucharlo. A mi me tocó trabajar en esa serie y fue muy divertido. La han pasado todos los días en la AM de Radio UNAM a las 2 de la tarde y dura 1/2 hora. Saludos: Yuriria Contreras.

………..(¿y ya se acabó la retransmisión?)

Ya lo revisé en la página de internet de Radio UNAM y todavía continúa. Entiendo que se puede escuchar en línea en http://www.radiounam.unam.mx/ dentro de la programación de AM. En el cuadrante de la ciudad de México está en el 860 de AM a las 2 de la tarde. Saludos. Yuriria.

Después de cacharrear un rato por esa página, y por la de Cultura.UNAM averigüé que la próxima semana en el mismo horario continúa programada:
Ulises recorre México
Radionovela con motivo del cincuentenario luctuoso de José Vasconcelos.
14:00 horas, 860 AM


Así que la puedo escuchar desde Madrid, siguiendo las indicaciones que se encuentran en la misma página:

Radio UNAM --> transmisión en línea --> amplitud modulada

Ahí elige uno el software con el que va a escuchar desde su ordenador y sigue las indicaciones. Yo, que uso itunes, así he hecho:

Abrir itunes: avanzado --> abrir secuencia de audio --> http://132.247.253.87:8000/listen.pls --> ok


Y listo, ahora escucho la música que está emitiendo Radio UNAM. La próxima semana a las 14h+7h de España estaré lista para escuchar esa radionovela. Con la curiosidad de si seré capaz de distinguir entre las otras voces masculinas la de Alejandro.

PD: Sigo en España, es decir, la indeterminación que anegaba mi mensaje promocional sigue vigente, no salgo todavía para México pero sí estoy trabajando en fijar las fechas de las presentaciones de los libros, y gestionando las nuevas invitaciones que recibí para otros Estados.

24 julio 2009

Paso de paseo (V)



V

Así, mi compañera de la falda de serpientes
y yo,
mi compañera de cuatrocientos partos
y yo,
mi compañera de piedra, mi compañera de carne,
mi compañera de agua, mi compañera
y yo, Yoyontzin,
embelesados,
cruzamos la glorieta de pasto y escalinatas remozadas
del ángel equilibrista
y nos internamos por callejas menos populares.
El sol con discreción guardó sus armas,
bajó y recolectó sus resplandores y cardillos,
fue ritualmente perseguido, y se perdió.
Encendí entonces la luz de los labios de mi compañera
y se levantaron las ámpulas de lumbre de sus pechos.
Fuimos iluminados así para continuar el recorrido
por el cuerpo infinito de mi amada.


Escúchalo en voz de Marta Aura:

23 julio 2009

.. en Cuentos del túnel (II)



Quiero continuar con este libro salido del Taller de Narrativa del Faro de Oriente, del que ya hablé:



Esta es la contraportada donde se acaba de saber: ¿Qué cuentan? ¿Quienes son? ¿De dónde provienen? y sobre todo del túnel. Juan Manuel Dávila Tejeda, el otro hacedor del libro lo cuenta:

Hoy los alumnos del taller de Narrativa del Faro de Oriente, comandados por su maestro y amigo Eduardo Cerecedo, quieren rendir un sencillo homenaje a quien -junto con otros artistas comprometidos con su quehacer artístico- hicieron posible este espacio. Lugar donde florece cada día el arte y la libertad de acción y expresión, se cual sea la materia que los conforma.

Desde este túnel salga la voz de esta nueva camada de escritores y vuele alto hasta llegar hasta donde descansa y nos escucha el amigo y maestro Alejandro Aura.

Hoy, los que conforman esta Generación del Túnel encienden su voz para que arda, ¿qué tanto alumbrará?, eso lo decidirá el tiempo.

El túnel: son cuatro tubos de drenaje profundo que fueron unidos para crear un pasillo, que con el paso del tiempo se convirtió en aula de clases de los talleres de poesía y narrativa del Faro de Oriente, a falta de un espacio, los alumnos lo adoptaron con gusto para sus actividades ya que los aislaba del ruido de las máquinas y de los tambores de los grupos de capoeira y ritmos brasileños y africanos que en ese lugar se imparten.

En el túnel se forjan historias y poemas, sueños y libros, ilusiones revistas. Allí se pule la palabra y se templa la voz y el carácter, allí se busca con seriedad la perfección en el texto, -difícil compromiso no siempre logrado- sin embargo se intenta. Gracias a ello, de este lugar han nacido varios premios literarios como son: dos primeros lugares nacionales de cuento y un segundo; un primer lugar nacional de poesía, dos segundos y un tercero; una mención honorífica en poesía y dos becarios en la misma; y una mención honorífica en ensayo. Asimismo la publicación de más de una docena de libros y revistas literarias y el nacimiento de Ediciones Camaleón.

Juzguen ustedes, amigos lectores, este material y trabajo y en hora buena por su nacimiento, ya que todo lo que no se publica, no se puede dar por nacido. Sea pues este libro de narrativa, punta de lanza de otros más.

Juan Manuel Davila Tejeda, Valle de Chalco, octubre de 2008.



22 julio 2009

Paso de paseo (IV)



IV

Seguimos caminando, vimos flores y garitas de periódicos
en las que nos detuvimos para administrar justicia
y embellecer la guerra, el crimen y el abuso,
destituimos de un golpe de estado de pureza
los gobiernos caducos, grandes y pequeños,
acabamos con toda la retórica del crimen–
a las cosas por su nombre– y desenmascaramos las falacias
que encontramos–
y encontramos muchas–
y entonces tomé entre mis manos la cara de mi compañera
y la besé.




Escúchalo en voz de Marta Aura:


21 julio 2009

.. en la frescura de las paraguayas

Es una deliciosa fruta que tenemos en los veranos de España, quizá la única que sorprendía con su exquisitez a Alejandro. Es que la variedad y riqueza del mercado de frutas en México es tal: mameyes, tejocotes, guanabanas, carambolos... (palabras que voy incorporando a mi vocabulario) que ponen el listón muy alto a las de acá. Pero ahí se coló la paraguaya, con su achatada sencillez:


Paraguayas (dormidas)

Siempre quiso saber desde cuándo se consumían en España y de dónde habían salido y sus preguntas quedaron en el aire. Sólo le dije que yo las recordaba de siempre, ¡y quién puede fiarse de la memoria!. Ahora sí he buscado y he encontrado respuestas en este blog, un curioso que cuenta todo lo que ha conseguido averiguar:

LAS PARAGUAYAS O LOS MELOCOTONES CRUJIENTES

20 julio 2009

Paso de paseo (III)



III

Pero las casas no pasaron;
duras como cárceles las vimos desde afuera
contener presagios de desdichas, torres de penas,
ventanas de cuaresma carcelaria, sirvientas y señoras
ataviadas de colores desteñidos de humedad,
conspiraciones y proyectos, copas de vino envenenado
para que el rey se muera cuando se oculte el sol.
y volví a beber en la boca de mi compañera.



Escúchalo en voz de Marta Aura:


19 julio 2009

.. en el envío de un mensaje de promoción



Sistema que Alejandro inventó para que no decayeran los lectores y que contó en su blog: Crecimiento inesperado. El equivalente a apostarse en la puerta de "El hijo del Cuervo" e invitar a los transeúntes a que entraran, me han contado que hacía.

El que yo he enviado es te fin de semana ha sido:

ASUNTO: Mes de julio, antes de partir para México

Voy a pasar un número indeterminado de días en México.

Y voy con la idea de presentar los libros “El aura de Alejandro” y "Cuentos y ultramarinos", de Alejandro Aura, en algunos estados: Colima, Querétaro, San Luis, Zacatecas, quizá México D.F.. Todavía no hay programas cerrados, así que me moveré en la indefinición.

Cuando las fechas y los lugares queden fijados lo contaré en el blog, que continúo escribiendo: encontrando a alejandro

Su palabras y su voz siguen presentes en su blog: www.alejandroaura.com


Me gusta mandar uno al mes, para recordar que aquí sigue el blog, día a día, como un río. Y sí da resultados, no solo aumenta el contador de visitas, además recibo respuestas (suele haber más de cincuenta) que no paran de sorprenderme y de reconfortarme: cálidas, entrañables, solidarias, animosas; que traen propuestas, invitaciones, encuentros, felicitaciones, admiración.

Y en cada eslabón del proceso recuerdo a Alejandro, especialmente en la alegría que le producía la comunicación con los otros, con los de acá con los de allá, ya no había barreras con Internet; le inyectaban vida, los lectores.

Esto escribió hace casi un año:

26jul08

Y otra cosa: estamos a punto de contar cien mil entradas, y eso es un montón. Nunca me imaginé cuando comenzamos a hacerlo que conseguiríamos semejante atención. ¡Cien mil veces unos ojos lectores se han detenido en lo que voy escribiendo! Sorprendido y agradecido. Y mucho, porque aunque es cierto que lo hemos currado (taloneado, sería lo más cercano) sin un conjunto de factores de afecto, antes que nada, y de interés en lo que escribo, no se podría imaginar la constancia de los lectores. Todavía faltan cinco mil y no hay que echar las campanas a vuelo, pero se me ocurrió el tema porque pasé por el cuentaovejas (o como le quieran llamar a la cifra que se va moviendo a la derecha de la pantalla cada vez que entra una visita) y sentí bonito.


18 julio 2009

Paso de paseo (II)



II

Íbamos por el Paseo de la Reforma
donde libré tantas batallas
contra la pesadez del tedio y la melancolía;
pasaban los primeros automóviles que vi en la vida,
pasaban los turistas haciendo ingenua reverencia a nuestro paso,
los policías pasaban, amistosos y limpios y tranquilos,
formalmente a saludarnos –cómo están ustedes, buenas tardes.
Pasaron los árboles bebiendo clorofila
en grandes cráteras de piedra, bebiendo sol, bebiendo tierra.
Entonces oficié por una vez
en la boca dulce de mi compañera.


Escúchalo en voz de Marta Aura:


17 julio 2009

.. en cada sorbo de ron





No cualquier ron, ese Pampero Aniversario que Alejandro bebió durante años. Llegaba a casa protegido con su abriguito de piel, ya fuera verano o invierno. Una bolsita de cuero que recubre su achatada redondez. Y que dan tentaciones de guardar, podría ser útil para atesorar monedas o secretos.

Hace unos días tuve antojo de esa bebida, necesidad, como cuando el protagonista de “Cerezos en flor” se pone la ropa de su mujer, después de la muerte de ella.

Y compré la botella, a David Cabello claro, el bodeguero de la calle Cervantes, el de Alejandro, el del poema Crepúsculo.

Y algunas noches, como la de hoy se me antoja un vasito, y paladeo el ron y tu recuerdo, entre el desorden de mi escritorio, de mi vida, la noche se va transformando.


16 julio 2009

Paso de paseo (I)


para Juan Ibáñez


I

Cuando terminamos de confesarnos
y dejamos de decirnos los bienes y los males
y de hacer cuenta y resumen
y de acomodar verdades a mentiras;
cuando arrojamos fuera en buen amor las cargas de conciencia
y comenzamos a sentir una liviana cercanía uno a la otra,
una al otro,
los dos como recién invitados a una fiesta,
nos tomamos de la mano y salimos del cuarto
para certificar esta belleza.


Escúchalo en voz de Marta Aura:

15 julio 2009

.. en Cuentos del túnel (I)



La dedicatoria de Eduardo Cerecedo es ya de octubre. ¡Cómo pasa el tiempo!. Nos citamos ese mes en Coyoacán, yo por la necesidad de ponerle cara a uno de los nombres que pertenecen al entorno de Alejandro allá en México y él para regalarme este libro. Una grata sorpresa salida del Taller de Narrativa del Faro de Oriente:



¿Qué cuentan? ¿Quienes son? ¿De dónde provienen? Lo cuenta Eduardo en el prólogo:

LOS QUE HACEN DE ESTA VISIÓN
UN VIAJE POR LA CIUDAD,
UN PEREGRINAR POR LA MARCHA

Una búsqueda constante, la labor del escritor. Esa es la primera vertiente en la que se inscriben diez jóvenes y no tan jóvenes, en este volumen, lo que se busca es el lenguaje preciso para decir sus historias, en Cuentos del túnel (Homenaje póstumo a Alejandro Aura) existe una riqueza de atmósferas, donde la ciudad es abordada desde distintos ángulos, pero esa ciudad es: Ciudad Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, San Vicente Chicoloapan y El Distrito Federal. No obstante a la recurrencia de tópicos citadinos, la atmósfera de cada historia tiene que ver con la vivencia, la cercanía de quien cuenta, aunque por supuesto, existe un yo social que el narrador convierte en protagonista; según el que da fe de la historia. Pero a este acontecimiento literario que goza de un auge nunca visto en estas zonas del Estado de México y Distrito Federal, hoy se ve marcado por la pronta desaparición del poeta, narrador, dramaturgo y promotor cultural Alejandro Aura, cuyos proyectos ayudaron para que espacios como los FAROS abrieran sus puertas a jóvenes con talento. He aquí la voz de esos creadores que han querido rendir un homenaje póstumo al MAESTRO.

Cuentos del Túnel (Homenaje póstumo a Alejandro Aura) reúne a diez escritores hechos en el Taller de Narrativa del Faro de Oriente, que con alegría coordino; antes lo hicieron; Eduardo Vázquez Martín, Ernesto Lumbreras, Armando Oviedo; escritores ya necesarios para la literatura mexicana. De los aquí firmantes son: Roberto Saldaña, Marisol Soria Moreno, María de los Ángeles Serrano, Juan Manuel Dávila Tejeda, Ignacio Jiménez, Francisco Javier Martínez, Fabiola Ramos Pérez, Emma Villa Arana, Daniel Cisneros, Alejandra González Martínez y un servidor. De esta manera, el barco zarpa ciudad adentro, allá los que logren permanecer a bordo, serán los que la historia literaria acoja en su seno, siendo así, el final del viaje, pocos contarán sus hazañas al regreso, aunque, uno como profesor tenga sus gallos en estos Cuentos del Túnel (homenaje póstumo a Alejandro Aura), es decir, apueste por unos y por otros, también, que sea el lector el que decida la apuesta de quiénes son los que marcan la ruta de su propia voz. Por tanto, El Taller de Poesía y Narrativa del Faro de Oriente se suma a las instituciones que rindieron un gran homenaje al artista, autor de Poeta en la mañana, por cuya voz aquí se agranda.

Eduardo Cerecedo, Iztapalapa, D. F., octubre de 2008.




14 julio 2009

Estaba la pájara pinta



ESTABA LA PáJARA PINTA


Pequeña como eres
abarcas la soledad;
por un instante de tu quietud
se ha detenido el mundo
–a las dos de la tarde de este lunes
me estoy quebrando de angustia–
y todo lo que yo he sido:
ciudad,
trepador de las mercedes,
tramposo por la sangre
y por la sangre alegre y lengualarga,
poseedor del sol
y melancólico,
y todo lo demás que fui
que hoy anda sin sustancia
choca
y hace una colisión atroz
y desesperante
en estas dos de la tarde
que te digo.

–Ven,
pájara mía,
cántame una canción.

Sencilla como eres
tienes el poder de transformarte:
de la más honda belleza
a la fealdad más honda va tu cara y
de la inocencia a la lujuria y
vuelve.

Y en esta red estoy metido
hasta el fondo de tu alma
quebrando lanzas contra mi propia historia.

Recorrí por tu cuerpo
toda mi estancia en la tierra,
me sumergí,
entonces fuiste la primera mujer,
rompiste para siempre el cristal de mis sentidos
y entré a la fiesta del mundo
por las puertas canoras de tus senos.
Pero estoy mortalmente hundido en el cariño.

Y no hay vuelo,
no hay viento
para volar
ala con ala
con tus ojos;
estoy atado con el plomo de la imaginación.

Mi casa entera se llenó de bocas,
millones de lenguas tocan mi pecho
y me preguntan:
qué te pasa,
qué te pasa,
y no puedo más,
me arrojo por todas las ventanas
a patear los astros con mi angustia:
qué te pasa, jilguero;
asumo la responsabilidad de Dios
y muero en este instante desesperado de haber
tocado el cielo inútilmente.

Ahora soy el polvo más neutro que conoces,
en mí ha terminado hoy la biología;
vago completamente muerto.

–Oye,
pajarita,
ven,
dice que vengas.

Dice que al polvo con el polvo,
dice que al átomo contigo
y así todo cuerpo orgánico
comienza,
siempre y cuando
que cantes,
pajarita.


Escúchalo en voz de Marta Aura:

13 julio 2009

.. en Casa de América (X)



Toya y Fernando acabaron haciendo cantar a todos, cientos de aplausos y un bis:

Las rejas no matan --> Fernando (Miguel Aceves Mejía)
El tagarno --> Fernando (Anónimo)
El rey --> Fernando y todos (José Alfredo Jiménez)

Escúchalos:

Esta canción de autor anónimo se le antojó a Fernando y la canta jaleado por los aplausos del público, lo que hace que no se entienda bien la letra, y merece la pena conocerla:

El Tagarno

Cuando yo me enamorétique
¿quién a mí me lo dijérica?
que había de poner colúmpico
para que otro se meciérica.

Por lo que sítico
por lo que nótico
por lo que el poético
me ha preguntádico.
por tu boquítica
por tus piecíticos
por tus ojíticos
te quiero yótico.

Ahí te mando tres frijólicos
para toda la semánica
mira, no los pongas tódicos
no seas tan desperdiciática.




Todo lo que pasó en .. en Casa de América ..

12 julio 2009

Pausa (XIII)



XIII


¡Al aire, senos maduros, alegrías,
cuencos de sol y sombra,
a bambolear el aire!


Que no vaya yo a quedarme ciego nunca
ni por fuera ni por dentro.


Escúchalo en voz de Marta Aura:

11 julio 2009

.. en este libro de César Güemes. Infancia (I)



Otro de los pendientes es este entrañable mensaje que recibí en mayo de César Güemes, hablándome de uno de sus libros en el que aparece Alejandro:

De: Cesar Guemes Cerrillo []
Enviado el: lunes, 18 de mayo de 2009 17:54

MILAGROS: Te saludo desde México y atiendo al reclamo. Conservo un ejemplar de mi libro Vieja Ciudad de Hierro en la cual aparecen 100 personajes de la cultura mexicana retratados, entrevistados pues, pero cuyo dicho hice aparecer en primera persona tal cual me lo narraban, sobre el barrio en el que crecieron. Uno de los inefables para el volumen era, desde luego, Alejandro. De modo que te envío, ya que por ahora no puedo ir a España sino hasta septiembre, las dos páginas en donde nuestro querido poeta habla de sí. Es un texto hermoso que muy probablemente no tengas y que me fue dictado por él: aparece exactamente como me lo dijo. Al final de la segunda página comienza el barrio de otro personaje, no lo tomes en cuenta, lo que pasa es que al convertir la edición en pdf no hay manera de borrar ese sobrante. Adjunto la portada del libro por si te sirve de referencia. Espero que la presentación del volumen de Alejandro sea todo un éxito. Saludos desde México y un abrazo: César Güemes.




Y lo que resulta totalmente anecdótico es que el "otro personaje", el que va después de Alejandro en orden alfabético, es Jaime Avilés, que todos los que en su momento siguieron el blog de Alejandro sabrán la importancia que tuvo en el aumento de lectores y en aquellos intensos días en los que hackearon el blog:

Crecimiento inesperado

Después de la tormenta

Así, que sí, César, si lo quiero tener en cuenta y agradecerle una vez más su actuación.

Aquí va ese texto de Alejandro en "Vieja ciudad de hierro":


Alejandro Aura, actor

Llegué a la ciudad de México al mismo tiempo que nacía. El año, 1944. El lugar, la colonia San Rafael.

Y aún ahora puedo hacer un recorrido en la memoria desde la salida del edificio Gabino Barreda, primer piso, hasta innumerables sitios que entonces me salían al paso. La redundancia no es casual. Al abrir la puerta el recibimiento al mundo diario estaba a cargo de una serie casi interminable de mosaicos rojos y cremas. El pasamanos gris. Y nueve-quince-nueve escalones para ganar la puerta principal.



En la entrada del edificio vi a diario dos buzones donde noté mi crecimiento: altos palomares de mensajes imposibles hasta una mirada guardada detrás de la llavecita del buzón.

A la derecha, la tienda de pinturas; el balcón siempre recordado de Evita; la casa del Pelón; el garaje de Barajas; la ardiente tortillería; el estanquillo de los panqués perfumados; y la tlapalería y ferretería El Barco.

Tres cuadras de frente y al cine Universal: 40 centavos en galería, 50 centavos en luneta.

A la vuelta, la panadería La Primavera, con las mejores bolillos de mi infancia.

De El Barco a la derecha, un alto zaguán metálico coronado por una prodigiosa bugambilia. Casas porfirianas, vecindades modernas de entonces. Y la esquina de Velázquez de León, donde estaba la cripta de la Guadalupita, y la iglesia apenas construyéndose. Ahí acudía a los oficios religiosos a la confesión que constataba mi inminente santidad y a la comunión que la celebraba.

Entre semana, en las tardes, a los ejercicios del coro: "Plam,plam, plam, alegra, titiritero, la noche con tu tambor... Plam,plam, plam, el sendero tiene las ramas en flor". O atronadores aleluyas, himnos marianos, latinajos profundos.

Pero saliendo de frente del zaguán de Gabino Barreda, había, en primer plano, un terreno baldío de enormes proporciones, a donde me cruzaba con algún palito a desenterrar alcatraces con la esperanza de que, transplantados a tina maceta, florecieran en la ventana.

Por el rumbo llegaba una vez al año la carpa del Atayde, con su olor a estiércol y lentejuelas. Nos colábamos a la carpa de los animales, a la de los humanos. Y nos ocurría encontrar moneditas bajo las gradas, o lápices, o suéteres. O nos ocurría ver, arriba de las corvas, el nudo liguero de las medias, o la telilla sutil de las calzas. Y entre piernas, enaguas y zapatos, los elefantes, los payasos, los acróbatas: el circo.

Si salíamos a la izquierda, la tienda de Don Pepe, que nos fiaba las galletas Marías, la leche Nestlé y los tinlarines.

Así desembocábamos en San Cosme, que era un río ancho y caudaloso, donde pasaban los taxis Chevrolet y Ford, pintados de gris, con salpicaderas azul marino. "-Cuánto al cine Monumental... - Sesenta... -Le doy cuarenta... -Ni usted, ni yo, que sea un tostón..." Y al cine Monumental donde había de vez en vez películas mexicanas de estreno. O a pie, a la derecha, la sombrerería Oh, Qué Bueno. Y el puesto de Don Federico en un zaguán, quien armado de un ojo minucioso, componía relojes. Luego la papelería La Golondrina, propiedad de las señoritas Jáuregui, que vivían en el segundo piso de mi edificio. Mismas que para no engordar, me regalaban diariamente, en una tacita, la nata de sus litros de leche.

10 julio 2009

Pausa (XII)



XII


Abro mi ventana y te digo:
niña sencilla,
oye cantar estos pájaros a las seis de la mañana;
si como yo no duermes,
oye cantarlos, que hace falta.

Amanece.
Encontré el amor cayéndome en racimos verdes,
en tu boca encontré razón
para este amanecer cantado.

De día oigo la luz,
de noche
oigo la sombra de la tierra.


Escúchalo en voz de Marta Aura:


09 julio 2009

.. en Casa de América (IX)



Toya y Fernando siguieron su repertorio, con la intensidad de las canciones de José Alfredo y una de Fernando:

Mi mano tañe --> Fernando (Fernando del Castillo)
Corazón, corazón --> Toya (José Alfredo Jiménez)
Pena de los amores --> Fernando (José Alfredo Jiménez)

Escúchalos:


Incluyo la letra de "Mi mano tañe", me la pidió Marco Antonio Cortés cuando la escuchó en México, en un impresionante concierto del que el mismo me envió la reseña:

Mi mano tañe en silencio
la encordadura del tiempo
mis ojos siguen al viento
que corre junto a tu sueño.

Entonces oigo el recuerdo
de nuestros largos momentos
cuando mirábamos juntos
la vida con sus misterios.

Mi mano tañe en silencio
la encordadura del tiempo
mis ojos siguen al viento
que corre junto a tu sueño.

Y cuando el gris de los días
me desafina por dentro
me miro en sus ojos claros
y recupero el aliento.

Y cuando al fin su sonrisa
desgasta la incertidumbre
mi adolorida esperanza
se vuelve clara y sin prisa.

Mi mano sigue tañendo
la encordadura del tiempo.


Todo lo que pasó en .. en Casa de América ..

08 julio 2009

Pausa (XI)



XI


Usted, en su cocina ahumada por el petróleo de la estufa
ingenua.
Usted, entre cuartos de techos lejos,
techos blancos alguna vez.
Cuartos despintados.
Usted, blanca, cuello blanco.
Usted, sin miedo de atravesar el mismo patio
tantas veces.
Y el primer cuarto en donde está su tía siempre sentada
en la misma silla. Usted, sin miedo de que se rompa el cielo,
de que algún esqueleto se rompa con el aire.
Usted, lejos, preservada para cuando llegue algún muerto
a pedir sus dos manos.
Sola. Con pan de anécdotas muertas. El pan muerto de cada
día. Sola.
Usted, con su hijo: mata de silencios.
Usted, Norma. Norma. Con el tiempo escondido.
Norma. Sola. La amo.



Escúchalo en voz de Marta Aura:

07 julio 2009

.. en la calle Maudes



Me sucede frecuentemente al salir del metro en esta calle, es la estación de Cuatro Caminos, la de Madrid no la del DF, al pisar el pavimento, al alcanzar el nivel de la calle, recuerdo a Alejandro.
Esta calle era el camino diario del colegio, hasta los catorce. Hoy es la calle por la que llego a la comida familiar de los domingos. Pero sólo recuerdo haber salido de esa boca de metro una vez con Alejandro. ¿Por qué entonces se hace tan presente? Buscando la respuesta he puesto más atención a ese tramo que de tan andado he dejado de ver.
Al salir del subsuelo mi mirada está en el cielo, un cielo azul límpido protagonizado por pequeñas nubes aisladas, que intensifican en ese azul su esencia: más nítidas, más mullidas, más blancas, más deshilachadas. Nubecillas que lo cruzan lentamente como si estuvieran atentas a mi pensativo caminar.
Un cielo, por la izquierda recortado por el perfil del Hospital de Maudes; sus chopos, pegados a los muros, lo acarician con el suave vaivén del viento; sus torres de piedra blanca parecen contarle historias.
A mi derecha, hiedras que cubren el enrejado a lo largo de la calle, casi siempre solitaria. Y dentro de ese paréntesis, camino. Son domingos bañados de sol y esa luz resalta el azul del cielo, la majestuosidad de los chopos, la solidez de la piedra blanca, el silencio de la ciudad, la suave soledad, una tranquila alegría y ahí siento a Alejandro.



De ese edificio tan bello apenas sabía que tiene una planta panóptica (palabra que no olvidaré pues me la cambió Miguel Marinas por equipales) y de los artículos que encontré enlazo el siguiente que da una idea completa de arquitectura e historia: Hospital de Maudes

06 julio 2009

Pausa (X)



X


He perdido mi nombre
–no es fácil decirlo.

Ella,
tal vez,
se lo ha llevado.

Pero que no vuelva.
Mejor,
así,
esculpiré uno nuevo
y mucho más sonoro.


Escúchalo en voz de Marta Aura:

05 julio 2009

Pausa (IX)



IX


Bailaremos bogando, bailaremos;
que traigan los remos de la barca del aire
para bogar,
para bogar somnolientos.

Aún mi mano es más grande
que el mundo de tu cintura.

Hoy te has casado con el sueño
(no, con otro no; con el sueño, con el sueño).

Santificada,
embadurnada de Dios,
con tu carita de prófuga
sonríes.

Después al mundo
y nunca más yo
para mirarte dormida.
(¿Entonces nunca más? ¿De veras, nunca más?
¿Para qué estoy aquí, hermana;
quién está tirando con un hilo de acíbar
de mi pecho?)

Pero aún no llega la hora en que amanece;
estréchate a mí, recién extraña;
hay que bogar,
hay que seguir bogando por los caminos del viento.


Escúchalo en voz de Marta Aura:


04 julio 2009

.. en el aniversario de boda



Hay días en los que preferiría no hacerlo. Preferiría permanecer paralela a la horizontalidad del techo. Sumergida en el agua de los sueños. Hoy es el aniversario de nuestra boda. Aniversarios, cuentas del collar de la vida, para celebrar que seguimos vivos (algunos), para adornar la mortaja, aniversarios. Hoy me sale de dentro este poema de Alejandro:

Flota la tristeza
como una piedra de tezontle.


Y me jalo de los pelos como Arantza me escribe en la dedicatoria del último libro que me regaló El hombre en busca de sentido: Creo en nuestra capacidad de aferrarnos a nosotros mismos por nuestros propios pelos y salir de ahí a caminar por otros territorios, llenos de vida. Como hace Abril en la foto del salón, frente a quien comienzo a hacer taichi. El fluir de los movimientos, la circularidad, la parsimonia, el ritmo va diluyendo el poema, su sonido se pierde, se esfuma, se difumina en el amanecer de la ciudad.

Y quería hoy como regalo compartir una de las fotos que hizo mi hermano Adolfo el jueves, me escribe: son de la puesta de sol con los aerosoles, los rizos son debidos a los productos de la erupcion volcánica de hace unas semanas en Rusia y que se quedan a 10km de altura:



Y flota en ese atardecer todo mi amanecer de hoy.

03 julio 2009

.. en el Carmen de la Victoria



Me escribió Alfredo, el de mexicanosenespaña, el amigo. Que estuvo en Granada el pasado fin de semana y que .. encontró a Alejandro. Así me lo cuenta:

............. El sábado pasado la cita para cenar era en el Carmen de la Victoria, a donde yo no había regresado desde aquella ocasión en la cual Alejandro me invitó a la presentación de su libro de poemas, estuvo acompañado en la mesa principal por el poeta Jose Carlos Rosales. Ahora no me acuerdo de la fecha exacta pero sé que fue hace ya varios años de eso.
Llegamos unos minutos antes de la cita, Eloisa y yo, simplemente por el placer de caminar por los jardines y por disfrutar de la maravillosa vista del atardecer sobre la Alhambra.
Cuando nos acercamos al salón en donde íbamos a cenar con el resto del grupo, pasamos frente a una pared llena de fotografías de gente interesantísima de la literatura, el cine y la música. Gentes como Rafael Alberti, José Saramago, Alex de la Iglesia, Moncho Alpuente, Gonzalo Torrente Ballester, Carmen Martín Gaite, Derek Wallcott, Manuel Vázquez Montalbán, Willy Brandt, Ángel González, etc., y que todos ellos han pasado por el Carmen.
Cuál fue nuestra sorpresa y alegría encontrarnos con el único mexicano de la galería y que era evidentemente Alejandro. Me dio tantísimo gusto ver su fotografía que saqué mi cámara y tomé unas cuantas fotos que te envío para que las tengas en tu archivo y tengas constancia de que ahí hay un recuerdo más de Alejandro, que da testimonio de su paso por Granada en un lugar tan significativo para la cultura granadina como lo es el Carmen de la Victoria.





Y yo busco en mi archivo fotográfico y averiguo que fue el 30 de abril de 2004 la fecha de la que habla Alfredo. Antes habíamos estado con Pablo Boullosa y Lupina en mayo de 2003. Volvimos el 12 de junio de 2006, donde coincidimos con Tomás Segovia y María Luisa. Y siempre invitados por Pepe Tito, que dirigió durante años ese Carmen de la Victoria, una de los españoles con los que Alejandro se encontró y se entendió para construir proyectos culturales. Él y Silvia, su esposa mexicana, nos pasearon por la Alambra y por la ruta de Lorca. A él lo nombra Alejandro, el 22 de febrero de 2007, en una de las primeras entradas de su blog:

Brevedad de la vida

Por la breve intensidad de ese poema, que es la de la vida, o porque sí, se me antoja mostrar las fotos del pasado, de esos viajes a Granada:



Volvimos y volvimos a Granada por la amistad y por la belleza, que Alejandro defiende en este otro artículo de su blog:

Las nuevas maravillas

02 julio 2009

Pausa (VIII)



VIII


Ah mi pequeño capulín,
qué manera de hablar tienen tus ojos;
me platican historias de amor que no conozco,
me platican la rosa entera de los vientos;
en el puro silencio me levantan,
me hago la cúpula más alta
para tus ojos gregorianos.


Ah mi pequeño capulín,
no digo nada algunas veces con palabras.


Escúchalo en voz de Marta Aura:

01 julio 2009

.. en este texto de María Aura


publicado en la revista "Los suicidas".

Se trata de un proyecto nuevo, una revista literaria lanzada en México. Gente con ganas de hacer realidad un proyecto, ... con un título muy sugerente.

Merece la pena ver toda la revista, y para llegar directamente al artículo de María hay que teclear en el pie de la pantalla/revista el número 50 y luego el botón "go to page", siguiendo este enlace:

¡Estoy viva!

Aparecerá esto:



Quería poner un fragmento del texto, pero no, ahora que lo vuelvo a leer, decido que no, que mejor dejarse llevar por ese fluido discurso de María, lleno de vida.