Es una deliciosa fruta que tenemos en los veranos de España, quizá la única que sorprendía con su exquisitez a Alejandro. Es que la variedad y riqueza del mercado de frutas en México es tal: mameyes, tejocotes, guanabanas, carambolos... (palabras que voy incorporando a mi vocabulario) que ponen el listón muy alto a las de acá. Pero ahí se coló la paraguaya, con su achatada sencillez:
Siempre quiso saber desde cuándo se consumían en España y de dónde habían salido y sus preguntas quedaron en el aire. Sólo le dije que yo las recordaba de siempre, ¡y quién puede fiarse de la memoria!. Ahora sí he buscado y he encontrado respuestas en este blog, un curioso que cuenta todo lo que ha conseguido averiguar:
LAS PARAGUAYAS O LOS MELOCOTONES CRUJIENTES
No hay comentarios:
Publicar un comentario