01 febrero 2009

Tai Chi y nieve en Madrid

Hoy he recordado a Alejandro al finalizar mis ejercicios de tai chi. Los domingos, me lo proponga o no, me resulta una tarea sencilla. Al acabar se sienten las manos llenas, palpitantes, como si llevara una pelota de energía. Entonces recorría el pasillo que nos separaba, lentamente para que no se desvaneciera esa pelota, hasta llegar a la cama donde él estaba leyendo o escribiendo el blog, y le ponía una mano sobre el pulmón derecho y la otra en la zona lumbar, donde los puntos del PET señalaron la metástasis ósea.
Después de un rato así con mis manos en su cuerpo, siempre, siempre se producía el mismo diálogo:
- Cariño, ¿sientes la energía?
- No, mi amor, pero siento rico tus manitas.
Me sonrío ahora igual que entonces.

Luego ha comenzado a nevar. El verano se fue muy rápido para dar paso sin transición otoñal a este frío invierno, no como aquel verano del año 2005, el año en que le detectaron el cáncer, y al que Alejandro escribió este maravilloso poema:

UN VERANO REMOLÓN, 2005

Yo también me pregunto si será él el causante de todo este desorden, y de esta copiosa y sonora nieve:

1 comentario:

  1. Pues hoy caí!!! el numerito de la izquierda señala 264, asi que empiezo a limpiar y acomodar mi rinconcito, hoy nuevamente me he encontrado con Alejandro....pero también contigo Milagros....gracias por este ánimo de continuar difundiendo las palabras del maestro Aura....

    Bellísima la foto que has escogido para presentar el blog!!!!
    Saludos desde Tlalpan....México

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