19 abril 2009

.. en Coyoacán (V)



Pues es que ese tiempo que el cemento necesita para fraguar permitió que adentro de El Hijo del Cuervo ocurrieran muchas cosas.
Lo que hoy quiero compartiros es el poema que Eduardo Vázquez había escrito para Alejandro y que me había regalado unos meses antes cuando vino a España. Leí aquella y ahora escucho esta que se siente más redonda.

Lo grabé ese día, 7 de marzo:
Escúchalo en voz de Eduardo Váquez:



LA MUERTE DE LA CEBOLLA
Para Alejandro Aura

Avanza silenciosa
la muerte en la cebolla

Seca
una a una
sus pieles sucesivas
las marchita
las hace pétalos secos
como si la cebolla
quisiera ser
al final de sus días
aunque ajada
rosa blanca

Conserva siempre la cebolla
sus rasgos esenciales
donde es posible reconocer
el paso de los días
pero también a la cebolla joven
a la cebolla nueva
esa que anuncia en la cocina
los jubilosos días de mercado

Porque la cebolla
aún cuando la muerte la ha vencido
tiene hasta el final el corazón joven
albo fresco renacido
capaz aún de conmover
hasta las lágrimas
y de hacernos reír mientras lloramos
si el cuchillo del hambre
de la necesidad
del puro gusto
abre su escarcha.




Todo lo que sucedió .. en Coyoacán

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