31 enero 2010

.. en un texto de Gabriel Vega


Me lo envió su autor en septiembre, flotaba en el recipiente de los pendientes. En octubre le conocí pues aportó su calidez al público que acudió a la presentación de los libros de Alejandro en Querétaro, donde reside. Y ahora me llega de nuevo el texto porque se ha publicado en el diario de esa ciudad. Lo he leído y releído en todos esos medios, y cada lectura ha sido distinta, he ido pasando de los exotérico a lo esotérico, o viceversa.

La muerte de un diez perfecto en Alejandro Aura. El mismo artículo, distintas grafías, mínimas diferencias y diversos comentarios:

En su blog: El vendedor de poemas

En el: Diario de Querétaro

En el blog: Literactivo

Por primera vez, me he dado cuenta de que nombra un poema de Alejandro, como si se hubiera ocultado entre las cábalas del autor. He acudido presurosa a leerlo en su blog: "Las casas terrestres". Y sigo leyéndolo.

30 enero 2010

Cate de mi corazón X



X


Yo sé que no hay remedio
pero me gustaría tener
los ojos más profundos,
la piel de un color
más definido
y el cabello suave,
y me gustaría también
ser de osamenta más robusta;
ya sé que no hay remedio,
no lo decía por nada.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

29 enero 2010

.. cerca del cielo,


más cerca que nunca, el sonido de San Luis es un murmullo, y todo el panorama es un cuadro de Rothko, busco mi centro en su horizonte entre el anaranjado y el azul; un muro sólido y un cielo en el que las nubes se desplazan como silbidos de ángeles; tangible e intangible se intercambian sus densidades y alcanzo a tocar el cielo mientras el muro pierde su densidad.
Si alguien se pregunta qué busco, la respuesta es clara, nada, eso es todo lo que necesito.
No sé si tocan las campanas o tañe mi corazón, pero no puedo ser más clara pues suenan en todos los horizontes de mi alma. Cierro los ojos y alcanzo a ver que todos los azules se funden en una blanca cabellera. La tuya. Abro los ojos. Sueño.

Me cuelgo del cielo y brinco hasta ti.

Para Arantza que me protege en sus sueños.

28 enero 2010

Cate de mi corazón IX



IX


Yo sí,
yo metería
la mano al fuego
hasta
por nadie.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

27 enero 2010

.. en un artículo de 1998 de Guadalupe Loaeza



Se publicó el 24 de marzo en el periódico Reforma, han pasado más de diez años. Supongo que la prensa está archivando todo su pasado en el oceáno de internet, y el pescador google me lo acaba de dejar en mi correo personal.

No he conseguido acceder al artículo completo, creo que hay que ser socio de una biblioteca en EEUU o Canadá, y no, no lo soy, pero aquí va lo que sí está disponible:


Guadalupe Loaeza / El aura de Alejandro.(Nacional)

Reforma (México D.F., México) | March 24, 1998

Algo me dice que el aura de Alejandro Aura es de color ámbar. Más que amarillo, el tono que irradia su personalidad es entre rojo y anaranjado. De allá que sea tan luminoso y cálido. Cuando Alejandro entra a algún sitio, se diría que en esos momentos, como por arte de magia, se encienden 10 chimeneas a la vez. Así es de caluroso.
Desde que Alejandro era niño siempre fue muy señor. Es decir, atento, respetuoso y muy delicado hacia los demás. Curiosamente, ahora que ya es un señor hecho y derecho, hay momentos en que parece un niño que lo único que quiere es divertirse. Lo que sucede es que Alejandro tiene un sentido del humor pri-vi-le-giado. Le gusta reír, pero sobre todo, hacer reír. Nunca se me olvidará cómo me carcajeé la primera vez que lo conocí. No obstante ya era muy famoso por sus libros, sus programas de radio y su obra de teatro Salón Calavera, nunca lo había visto. Fue hace muchos años en el Hijo del Cuervo. Hacía el papel de Encarnita Propia (Sánchez) la famosísima sicóloga de la XEW de la década de los cincuenta. La obra se llamaba XE Bululú (en el teatro clásico español, ...


Y el enlace, por si alguien tiene la curiosidad y los requisitos para acceder al artículo:
Guadalupe Loaeza / El aura de Alejandro.(Nacional)

También en la hemeróteca de Reforma está, pero no soy suscriptora. Ni modo. Hoy no va a ser el día que lo lea completo.

26 enero 2010

Cate de mi corazón VIII



VIII


Voy por la calle
tocando
todas las puertas
pero nadie
me da razón
de la salida.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

25 enero 2010

.. en un sueño de otro


La primera vez que me sentí muy feliz de estar en un sueño ajeno fue en uno de Carlos Aladro, supongo que contribuyó la manera de narrarlo, no es fácil ponerles palabras a esas escurridizas experiencias nocturnas. Y siente uno que está viviendo más vida aún de la que le toca, y entonces el sueño deja de ser ajeno.
Ayer viví, con Alejandro, en este sueño del blog "Las andanzas de Don Pox": Sueño alejandrino.

El sueño me llevó a este poema Cate de mi corazón V que baila conmigo cada día desde que lo leí y lo escuché:
en voz de Alejandro Aura:


Aquí está el sueño por si desaparece del mapa de internet:

Caminaba detrás de Alejandro Aura y de Milagros, quienes iban tomados de la mano. Nos dirigíamos hacia una extraña pared de agua que se levantaba, con toda su presencia azul, frente a nosotros, sin nada que la contuviera, mágicamente suspendida en el espacio. Podría alargar mi mano y tocar esa masa de agua. Detrás veíamos a personas que se movían lentamente, braceando, algunas sin despegarse del piso, como si caminaran. Largo rato nos quedamos observando ese fenómeno, hasta que Alejandro nos indicó que era hora de continuar, así que avanzamos un poco y rodeamos esa masa de agua, para descubrir que no era tal, sino una cortina translúcida de color azul que semejaba agua. Las personas que antes observamos como si nadaran, seguían en sus movimientos, completamente secas y braceando al aire. Y ya Alejandro nos llevaba detrás de la cortina, hacia un pequeño jardín con escalones de piedra, restos de una antigua construcción, tal vez medieval. Allí llegamos a descubrir varias mesas en las que se serviría, según, Alejandro, la comida. Había mucha gente que se acercaba a él y yo no conocía. Por fin todo mundo se sentó en diversas mesas. El lugar se había convertido en uno que tenía varios desniveles, terrazas donde la gente esperaba a ser servida. Así, yo estaba en una mesa en una terraza un poco más abajo de la que ocupaban Alejandro y Milagros. De pronto, yo me levantaba y un niño me guiaba hacia una especie de establo de madera, con puertas gigantescas. Dentro veía tendida, sobre la paja, recargando la cabeza en un brazo, a una mujer desnuda, hermosa. Eso fue todo. Abrí los ojos para recibir otro día…

Publicado por Daniel y Pablo en domingo, enero 24, 2010

en "Andanzas de Don Pox"

24 enero 2010

Cate de mi corazón VII



VII


A mi país de barro
ya no le queda nada.
Boca del alma,
alma del alma,
tepalcaterío.
Fuera bueno
comenzar de nuevo.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

23 enero 2010

.. en esta foto de "La puerta falsa"



Me invitaron a su casa Carmen Cardenal y José Luis Urquieta, cantante y director de cine. Me agasajaron, deleciosa comida, interesante plática coloreada con el granate de un vino español y música mexicana en la voz de Carmen. Curioseé los detalles de su casa, como si pudiera encontrar un tesoro en cualquiera de los rincones. Y así fue, esta foto expuesta en su galería, año 1977. José Luis es el que aparece en el centro, el de la izquierda, sin duda, es Alejandro. En una de las pocas películas en las que actuó. Espero conseguirlas y verlas. Todo se andará. Me gustan estos paseos por el pasado.

22 enero 2010

Cate de mi corazón VI



VI


Los plátanos
son frutas importantes,
tienen la turgencia amarilla
de la vida,
aman el sol,
redundan en beneficio
de su color definitivo
y se prestan felices
a la locura del humor
más encarnado.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

21 enero 2010

.. en la vista de los volcanes del DF (I)



Tienen nombre propio como todos: Popocatépetl e Iztaccíhuatl, yo ya me los aprendí y los paladeo como la fruta más sabrosa del paraíso, dejándolos unos segundos en el paladar antes de acabar de pronunciarlos.
Están y no están, la contaminación y las nubes se encargan de hacerlos misteriosos durante el año, pero parece que este es el mes en el que deciden presumir de sus blancos trajes de nieve, y protagonizan el horizonte sureste de la inmensa ciudad.
Lupina, ante mi frustración porque mi cámara no puede fotografiar esa maravilla que sí ven los ojos, me envió esta foto que hizo su hermano:


Para ver todas las fotos de Francisco Becerra: volcanes desde la Ciudad de México

Busqué y encontré este maravilloso sueño de volcanes en el blog de Alejandro: 26junio2007: Sueños y Juan

20 enero 2010

Cate de mi corazón V



Escúchalo en voz de Alejandro Aura:

V


Eran líquidos mis pies
y eran líquidas mis manos
y todo de agua me vi.

Desesperado una vez
–qué sed, señores hermanos–
toda el agua me bebí.




NOTA: Grabación perteneciente al CD "Causa de vida", 2003, UNAM. Serie: Voz viva de México.

19 enero 2010

.. en una comida en un Sanborns



Alejandro llegaba de España y su estómago se acostumbraba de nuevo a los desayunos de aquí. Huevos a la mexicana, al albañil, chilaquiles u otras delicias, fruta, un jugo/zumo, un café y un pan dulce. Yo observaba como, a una hora tan temprana, podía entrarle a semejante abundancia gastronómica, ante mi taza de té y algo de bollería. Esto sucedía siempre en un Sanborns, nunca en casa.
Cené y comí la semana pasada en uno de estos característicos establecimientos de México, actualmente propiedad del señor Slim, a quien Alejandro nombraba en su blog cuando recordaba las tremendas diferencias que caracterizan este país.
Y fueron las franjas horizontales de las ceñidas faldas almidonadas de las camareras/meseras las que activaron el recuerdo. Un atuendo que siempre atrajo mi curiosidad, como un ave exótica de la que no puedes separar la mirada. Parece ser que se mantiene desde que inició el negocio en los albores del pasado siglo, me contó Alejandro.

18 enero 2010

Cate de mi corazón IV



Escúchalo en voz de Alejandro Aura:

IV


Me arde la piel,
soy más hachón
que hombre,
un metro
setentaiseis centímetros
de lumbre
con la cresta blanqueando
enrojecida;
ya no tengo remedio,
ardo
en la ciudad de México.




NOTA: Grabación perteneciente al CD "Causa de vida", 2003, UNAM. Serie: Voz viva de México.

17 enero 2010

.. en una experiencia no tan buena



Anteayer, tenía un móvil/celular y después de cruzar Insurgentes ya no lo tenía. Sentí un joven cerca del que desconfié, y apreté mi mochila contra mí, no pensé en el aparatito en el bolsillo de la chamarra. Cuando lo eché de menos alguien me hizo el favor de marcar y marcar, y las llamadas eran rechazadas. Ni modo, ya no lo tengo. En una ciudad que no es la mía, esperaba una llamada y tenía que hacer dos o tres a teléfonos que no están en mi memoria, la cita de dentro de un rato había quedado semiabierta, confiando en el móvil para resolver cualquier imprevisto. En fin, lo que ya hacemos la mayoría casi todo el tiempo. Caminé hacia el metro Coyoacán, me sentía como si hubiera soltado lastre, el globo comenzara a subir, veía alejarse mi mundo seguro y la sensación del vuelo era espléndida, duró todo el día, especialmente cuando la imaginación había de suplir la carencia.

cargador desparejado


Me acordé de esta frase de Alejandro De todos modos, fea y todo, está curiosa la experiencia que escribió después del hackeo del blog:

3ago2007: Después de la tormenta, Sangre adentro y Ahuehuete en el Retiro.

Experiencia aquella de la que tanto aprendí en cuanto a actitud ante las vicisitudes.

16 enero 2010

Cate de mi corazón III



III


Pero qué te parece,
cholito,
impúdico como un danzón
y tan contento el hombre,
amando a su mujer,
criando a sus hijos,
y puerta escondida
para entrar al alma verdadera
de los años setenta,
como si fuera
el primero que lo hace.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

15 enero 2010

.. en esta foto de Gabriela Bautista


Fue Jesús Olague quien me envió las fotos y me informó de esta exposición en Zacatecas: Exposición Miradas en Blanco y negro

Creo que duró poco, pero suficiente para poder obtener foto de la foto:


No sé de qué época fue. Yo la titularía "triste mirada", nimodo.

14 enero 2010

Cate de mi corazón II



II


No tengo mundo interior,
no inventen;
voy y vengo por las calles
recogiendo fragmentos
de manos, de pies, de ojos,
de recuerdos;
pedacitos de mundos
que no terminan nunca.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

13 enero 2010

.. en este poema manuscrito


No sé en que rincón apareció, es una de esas tarjetas blancas del tamaño de una mano, que Alejandro llevaba encima para anotar y arrancar del olvido un poema, un nombre, un teléfono, una cita.
La peculiaridad del manuscrito es que difiere en una palabra del poema publicado, que tituló: "Triángulo"

12 enero 2010

Cate de mi corazón I



I


Gloria a la enorme boca
que nos devora.

Gloria a la garganta helada
que nos zampa.

Gloria al imponderable esófago
por donde resbalamos
a la lumbre eterna.

Si nos bebiéramos el alma
no alcanzaríamos gracia
ni perdón.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

11 enero 2010

.. en los sonidos de la ciudad


"a los ricooos tamaleeees oaxaqueñooos calientitoos", alargando las vocales finales para que el sonsonete se meta a los más reconditos rincones de los sensibles humores de nuestro cuerpo, entraba por la ventana la voz del vendedor arrasando la tranquilidad, pero como el amigo ruidoso que llega a darte un abrazo, bienvenido sea siempre, por más que quiebre la soledad, o justo por eso.

Inevitable acordarme del texto que Alejandro escribió al poco de llegar a esta ciudad, el 26 de septiembre de 2007 y que tituló:

Sonidos de la ciudad


También lo recuerdo de manera especial porque fue uno de los últimos que pudo leer y grabar, debido a la ya nombrada y renombrada tos.

10 enero 2010

Olimpo me llamo VIII




Era marzo espléndido y humano,
era todo marzo a gritos;
marzo con el sol sudándonos la tierra.
Marzo, marzo y medio.

Uno de marzo: me llamo Olimpo.
Dos de marzo: cumplo 26 años para siempre.
Siete de marzo; cae la luna
a la mitad de la mañana;
aprendemos a callarnos con el universo.
Diecinueve de marzo: dueño de mi nombre
termino este poema.

Marzo, casa de los peces boquiabiertos.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

09 enero 2010

.. en la espera del domingo


Este no estar allá ni haber llegado todavía del todo. Ni la lluvia que dio un tono gris de plata a la ciudad de México, ni el día soleado de ayer en Madrid que azuló la ciudad, la que el día anterior se vistió de novia de nieve. En ninguno de esos colores encuentro sosiego para mi sentimiento de desperdigada, mientras hago y deshago maletas. En medio, un sueño de mar de nubes, no acabo de aterrizar.
Y espero la llegada del domingo así como Alejandro lo narró hace un par de años:

Compromisos del sol


Y sus palabras me dan la calma que busco.

08 enero 2010

Olimpo me llamo VII




A mano, bruja.
Bebí tus filtros de alegría
y te vi danzar
conjurando mis caminos.

Queda la noche enfrente.
Canto y bato palmas.

Bien hayas
que usaste la sangre
de mis palabras
para calentar el sol.

Queda el amanecer enfrente.
Canto y bato palmas.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

07 enero 2010

.. en esta foto con la reina


Él no es que estuviera especialmente contento, le tocó y ya. Pero a mí me hizo mucha ilusión cuando me lo contó y días más tarde cuando llegó la foto, que vivió durante años perdida en un cajón que no le correspondía. Ahora la recupero y la comparto, porque llegan los reyes, aunque sean otros, y porque creo que sería buen título de cuento para niños: "Aura y la reina"

06 enero 2010

Olimpo me llamo VI




Me confundo.
Revuelvo mi alma
con las almas de los demás.
Altero los nombres y las fechas.
Cambio blanco por oscuro.
Y lo recuerdo todo.
Ah, compadres,
estoy en armonía.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

05 enero 2010

.. en este texto de María Elena Aura


A María Elena solo la he visto dos o tres veces, después de que Alejandro muriera, él me habló de su hermana muchas veces y de la pena de no haberla visto en muchos años. Esa pena que iba acompañada de un "nimodo" característico de la aceptación teñida de sabiduría de Alejandro para las cuestas arriba de la vida.

María Elena, poetisa y dramaturga, publicó un texto sobre su hermano en la revista Paso de Gato, en el último trimestre del año 2008. Junto al texto que ya publiqué de José Ramón Enríquez.
En la etiqueta de la foto dice: "Alejandro Aura en El tío Vania, de Chéjov, dir. Ludwik Margules (1978). C Rogelio Cuéllar".

María Elena Aura, en la sombra, no sé si por elección o por imposición de la vida, pinta en este texto una característica del hermano con el que compartió difícil infancia e intensa juventud.


EL HILITO DE LA RISA


por María Elena Aura


No puedo recordarlo de otra manera, y sin embargo, no tengo ninguna fotografía de mi hermano Alejandro sonriendo, lo cual me parece imposible, ya que siempre nos reímos de más, tanto, que mi abuela nos decía que si seguíamos así, se nos iba a reventar el hilito de la risa. Pero la alegría de vivir no se amedrenta con tan respetables amenazas. Así que nos la jugamos. Y resultó que primero se revienta la vida que el famoso hilito.

Las fotografías que conservo, aunque la sonrisa se le salga por los ojos, son algo así como: "Alejandro y Marta de uno y tres años respectivamente, sentados en un sillón de cuero" o "Alejandro, como línea vertical, en su primer traje de pantalones largos"; formales, estudios fotográficos, pues, pero eso sí, perdurables y enmarcables, propias de mexicanos nacidos en la primera mitad del siglo XX, cuando ni siquiera los Reyes Magos o Santa Claus acostumbraban retratarse con los niños. Ellos no eran ficción tangible, pertenecían al mundo de la imaginación. Nadie andaba buscando el momento mágico con su Kodak colgada al hombro, ni disparando el celular a la primera provocación. Los fotógrafos estaban en algunos parques, tras su manto negro, esperando a enamorados que quisieran perpetuar su romance. Otros deambulaban por San Juan de Letrán, sorprendían al transeúnte con su flashazo y le entregaban un papelito con el que, en unos pocos días, podría presentarse a recoger su instante eternizado; aun así, era sólo parte del folclor. Esas fotografías, igual que flores secas, se quedaban entre las páginas de algún cuaderno o al fondo del cajón de los olvidos. Tengo, eso sí, innumerables palabras fotográficas, de las cuales, escojo algunas para compartir, con sus vivos y sus muertos, la sonrisa de mi hermano:

Alejandro, de puntitas, sobre una silla de madera, contempla desde una de las ventanas de nuestro departamento, en Gabino Barreda, la enorme carpa del circo Atayde.

Alejandro cruzando sus delgadas piernas al estilo Olimpo; nuestro padre saborea las palabras como él.

Alejandro, con sus pequeñas manos largas, talla la espalda de mamá Lita, nuestra abuela, quien disfruta su baño sabatino de eróticas burbujas.

Alejandro, a punto de llevarse a la lengua el piñón recién partido.

Alejandro jugando a las "cebollitas" con las niñas.

Alejandro apila las monedas en la cajita, ya vacía, de chicles, dulces y cigarros.

Alejandro, liberado del casquete corto y la goma de tragacanto, mueve su melena de poeta por el Paseo de la Reforma con un libro bajo el brazo.

Alejandro colocando con estruendo su Olivetti sobre una mesa del Sanborn's del pasaje Del Prado.

Alejandro cose los cojines negros (sala) de nuestro primer departamento para tertulias literarias, o lo que es lo mismo: para vivir libres y felices.

Alejandro, en su comodísimo sillón, escucha música de Agustín Lara, aspirando el aroma de su copa de coñac.

Alejandro asomándose a la olla de agua hirviendo, en donde, voluptuosas, se abren las almejas mostrando sus sonrosadas impudicias.

Alejandro rebanando generosamente el pan de cada día.

Alejandro arrojando monedas en el kiosco de Tiépolo para que el dinero, a nadie, nos falte nunca.

Alejandro en su último vuelo hacia el amor, susurrando palabras al oído del Aura de Madrid.

Alejandro en traje de lino blanco rumbo al espacio de la poesía.

Y de pilón, a la usanza de nuestros tiempos:

Alejandro Olimpo Aura Palacios, rodeado de sus diosas, ensarta estrellas en el hilo infinito de su risa.

04 enero 2010

Olimpo me llamo V




Por momentos
se abre la puertecilla
y los del otro lado
entran (¿o salen?)
a bailar con los de casa.
Pero esto es sólo
por instantes breves
porque los de adentro
(¿o los de afuera?)
intentan evitar
hasta donde es posible
que me vuelva loco.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

03 enero 2010

.. en una foto de 1994

Pensé poner una foto el día uno, pero no, no, el poema lo ocupaba todo. Y así lo siento aún, con las decenas de intensas respuestas recibidas. Pero hoy sí, va esta foto que estaba pendiente, tomada y contada por Mario Ficachi.

Enviado el: domingo, 29 de noviembre de 2009 19:44
Asunto: Foto de Alejandro

Milagros:

Hace tiempo te dije que te enviaría una foto de Alejandro. Perdona la tardanza. Aquí está. La tomé en noviembre de 1994 durante la inauguración del Centro Nacional de las Artes. Alejandro abrazaba a todo el mundo, lo saludaba de lejos, festejaba el momento como él sabía hacerlo... con otros... con todos los que se dejaran. Aquí verás que ríe alegre. Así lo recuerdo yo. Con un sentido fiestero. Me da gusto que finalmente pueda cumplir con mi ofrecimiento.

Un abrazo.
Mario Ficachi
PS Perdonarás que te tutee. No puede ser de otra forma. Cerca del corazón de Alejandro todos fuimos TU y todos fuimos atentos a su generosidad. VALE

02 enero 2010

Olimpo me llamo IV




Es cierto: yo pongo
las palabras
pero ellas se van acomodando solas
como las piezas de un oráculo
que desconozco
y que me representa.


Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:

01 enero 2010

.. en este poema, de inicio ..


He memorizado este poema para entrar al nuevo año. Me nació esa necesidad, no sé de dónde. Quizá porque está lleno de claves para iniciar lo de cada día, la vida. Quizá para recitarlo por la calzada de Guadalupe, ahora que la camine un día tras otro, como he visto a decenas de personas rezar su rosario. O, quizá, por si alguien decidiera quemar todos los libros, haciendo real lo imaginado por Bradbury, y a mí me tocara salvarlo.

Es mi regalo para este año que hoy comienza:


CON QUÉ NUEVOS OJOS TE VERÉ

¿Con qué nuevos ojos te veré, vida,
ahora que salga otra vez a buscarte,
…………………………………….
leerlo completo
…………………………………….

con qué ojos renovados te veré, vida,
cuando comience a germinar mi voluntad
y emprenda con ojos nuevos de nuevo mi camino?


Se puede escuchar en su blog, pero la lectura que aquí incluyo es la que realizó el 25 de agosto de 2007 en el Centro Buñuel de Calanda. Se diferencian en que en ésta la presencia del público transforma el poema. "El poeta y el público fuimos uno", así lo definió Alejandro cuando le pregunté porque había sido tan especial aquella lectura, no la olvidaré.

Escúchalo en voz de Alejandro: