El eclipse II
II
El tren era un río de muchachos,
el tren era un canto inextinguible.
Recuerda el tren.
El tren era la savia última
que le sube a la boca al moribundo.
Mucho más que un sencillo amor,
mucho más que el amor adolescente
cruzando la noche de la tierra
era cantando el tren.
A bordo de la música fuimos
infalibles y serenos como los astros
a la Ciudad de los Muertos.
Recuerda el tren.Escúchalo en voz de Simón Guevara Aura:
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