Hay días en que la soledad es una fuerza que te aplasta contra la pared.
Pero ayer domingo no fue así, cociné para los amigos, fuimos a tomar café a “El Fauno” y a continuar la plática. Al salir, las calles de San Luis eran música, conciertos que nos invitaban a quedarnos en las plazas o en los patios de edificios antiquísimos: trova, danzón, música popular.
En el "Café, Tabaco Club, Librería", así se anuncia, encontré a Alejandro, poemas de Se está tan bien aquí decoraban con cierto cuidado desorden una de las mesas, bajo el cristal se podía dejar la mirada perdida en los poemas del futuro libro de poesía más vendido de este país.
Óscar, Paulina y Andrés han creado un espacio donde es fácil entrar y difícil de abandonar, en la calle Madero casi esquina con Reforma.
Si la soledad vuelve a apretar sus tuercas caminaré hasta encontrarte.
Muchos lugares como este y la soledad no sabría qué hacer.
ResponderEliminarSobran poemas de Alejandro -y tantos otros- para poblar las mesas, las paredes y los techos de nuestros cafés y así tener nuestro paraíso terrenal...
De qué San Luis hablas Milagros?
Te lo pregunto para saber a dónde salir ahora que "apriete" la soledad.
Un abrazo!
GBo
Sí, cierto, pienso que solo hay uno, y no, ha de haber otros, es San Luis Potosí.
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