LA BALADA DEL PRíNCIPE ROJO
XI
–Estas flores estuvieran buenas
para formar un ramo grande;
éstas, para la danza sin fin
de una pequeña abeja;
ésta estuviera buena
para regalársela a un niño solitario;
éstas no,
porque nuestro continente está muy lejos;
y éstas,
(tantos procesos,
tantos juicios)
éstas no sé,tantos juicios)
tal vez para resucitar un guerrillero.
Escúchalo en voz de María Aura:
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