14 junio 2010

Tambor interno 21



Hay que salirse a la calle los domingos.
(Es el día más humano
en este tiempo.)

El subgerente del banco
compra algodones de azúcar
a sus hijos
y les explica
por qué crecen las plantas.

En el parque
un empleado de confianza
se tumba al sol
al lado de su novia
y le dice
que podrían casarse
en una iglesia pequeña
sin gran pompa.

Unos niños en bicicleta
me preguntan la hora.
(Sería buena hora
para ir con mi madre
al cine.)

Y una familia rubia
lleva a la sirvienta
en el paseo.

Por ellos:
los que tienen
un día humanitario
a la semana;
los que cierran el negocio
y se marchan a casa
a ver televisión.


Por los niños
que estudian a fuerza
en la mañana
y por la tarde
buscan qué aprender.

Por los jóvenes
que son herederos
desde ahora.

Por los que hubieran querido ser...
pero no deja dinero.

Por ellos.
También por ellos
Aunque no comprendan
que hay siete días
a la semana.
También por ellos
protesto
y me declaro combatiente.

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