En cada época de mi vida las navidades han sido de un color.
De niña, niña eran blancas como la delicadeza de la nieve,
después se fueron haciendo grises, como las huellas en la nieve,
fueron verdes o rojas cuando descubrí que uno le pone el color.
Con Alejandro fueron azules como el cielo, como él.
El año pasado luché porque no fueran negras,
y éste están siendo transparentes.
Mientras encuentro un color en la paleta de mis días
van mis mejores y duraderos deseos.
¿Será que en esta temporada se hace más evidente la falta de color?
ResponderEliminarEs verdad Milagros, de apoco nos vamos destiñiendo, perdiendo fuerza, brillo... Nunca se puede evitar.
Aún así, la fuerza de la amistad nos ayuda a seguir siendo visibles!
Un abrazo y un buen deseo de vuelta a ti y a esa casa donde están los grandes recuerdos madrileños de Alejandro!
Un saludo desde aquí a Milagros Revenga que con sus notas recrea esos instantes de alegría . Y que nos acompaña a recordar a Alejandro Aura .
ResponderEliminarMilagros : en el corazón se encuentran todas las personas que seguimos queriendo aunque físicamente no estén con nosotros. Un abrazo y feliz año.
Llegan ya desde la cocina en perfumados oleajes
el espíritu del ajo y el aceite de oliva.
Entran sin pedir permiso
hasta el lugar que guarda los recuerdos de la fiesta ,
los mercados y todos los tianguis caminados.
Pero hay que detenerse un momento ahora:
habrá que volver a provar el guiso para ver si estabueno de sal o si al mole le falta mas chocolate.
Buen provecho a nuestros corazones.
Mi querida Milagros:
ResponderEliminarHas sido un gran regalo, no sólo de Navidad, sino todo el año.
Has pintado de inimaginables colores el sendero de esta escritora en ciernes; has llenado de alegría a los que te conocen y reconocen en tí, la bondad y la esperanza.
Que esta Navidad sea para tí del color de la tierra húmeda y fértil, como los ojos de Alejandro...
Un beso enorme desde la Jungla de Asfalto (D.F.)de tu amiga Gloria Dorador (Carmen Lechuga).
Un abrazo, tardio pero no menos calido por ello.
ResponderEliminarQueda demostrado que la tardanza no les hace perder nada de su calidez, de su esencia, a los abrazos..
ResponderEliminarGracias a todos, Milagros..