LA BALADA DEL PRíNCIPE ROJO
VIII
Mira este pantalón absurdo
y estos dientes de plúmbago sin cielo
y este cocinero paralelo al fuego
y solo
y sorprendido
y este plato caído en la desgracia
y este sombrero frío que anda a tientas
y esta camisa flaca en pleno día
y por todas partes
esta manera nueva de estar el barro crudo,
de estar el santo blando
aguantando su amasijo;
mira estos enjutos bueyes dormecinos
mira esta muchacha pobre
(yo me casaría con ella
todas las veces de la margarita
y toda la gente se iría contenta a su telar,
uno tejería una cobija grande
con flores rojas y amarillas
y otro,
unos guantes gruesos de lana blanca
y otro
hilaría una cuerda larga como el meridiano),
¿no te dan ganas de llorar, Antonio?todas las veces de la margarita
y toda la gente se iría contenta a su telar,
uno tejería una cobija grande
con flores rojas y amarillas
y otro,
unos guantes gruesos de lana blanca
y otro
hilaría una cuerda larga como el meridiano),
Mira cómo parece
que yo no dije nada.
Escúchalo en voz de María Aura:
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